Hace unos años cubríamos para la radio en la que estábamos por esos tiempos, y para el Diario El Norte, las competencias del Rally Santafesino, y en algunos casos también de la provincia de Buenos Aires, porque allí había representación nicoleña. Un Renault 12, llevaba la leyenda SAN NICOLAS en su trompa, algo clásico para esos tiempos donde poner el nombre de la ciudad era casi una cuestión de honor. Hoy dia hay muchos que lo siguen haciendo pero muchos ya le dan cabida a los sponsor y no queda lugar para llevar la representación de nuestra ciudad.

Ese R-12 era conducido por Miguel Monserratt, un entusiasta un piloto que también tenía algo de particular, ya que en los comienzos era el único nicoleño que había elegido esta difícil disciplina a la que no muchos se le animan. El grueso de nuestros representantes eligen los autódromo, y eso pasaba antes y pasa ahora. El Rally no es una disciplina fácil, es quizás la mas complicada, no solo por el tiempo que demanda cada carrera, hacer la hoja de ruta, planificar, estar atento a los relojes y lo principal, allí el piloto maneja de acuerdo a lo que le canta el navegante, y eso no es para cualquiera. Si lo fue para Miguel Monserratt, quien transmitió y guió en sus primeros pasos en el rally a su hijo Sebastián Monserratt, actualmente nuestro único representante en la especialidad, y recientemente consagrado Sub-campeón Argentino, previo lo fue del Rally Federal y campeón Argentino y Sudamericano de Rally Cross. Hoy por hoy es el mejor y mas exitoso piloto nicoleño.

El rally te presenta muchas dificultades, primero ir manejando por los que te canta el navegante, caminos rurales angostos, otros muy rotos, a veces con barro, otras mucho polvo, puentes angostos, saltos en las vías del ferrocarril, postes al lado de la ruta, viajar a cerca de 180 km/h o mas entre una hilera de árboles de ambos lados. El peligro esta a cada metro, y eso genera una adrenalina muy especial que no todos están capacitados para afrontar. Por eso decimos que no es para cualquiera. Pero es a su vez, la especialidad que mantiene mucho del automovilismo tradicional, el que vivimos hace algunas décadas, primero por el TC, luego por el Turismo Nacional y los grandes premios, hasta que todo se fue poblando más, había que atravesar pueblos y ciudades y allí fueron reemplazados por el rally y hoy es para nosotros la categoría más bella para vivir y disfrutar y por eso seguimos todos los rallies que podemos, desde el mundial o el argentino, el Federal, Mar y Sierras, cordobés, entrerriano, y así todos los que podemos. Cabe acotar, que en el cordobés tenemos un representante nicoleño, que lo hace como hobbie por su pasión y que está radicado en Bel Ville, Fernando Biasoli.

Pero como dijimos, y volviendo a los Monserratt, esa pasión, Sebastián la heredó de su padre, ya que corrió en karting y fue sub campeón y luego campeón en pavimento, pero no quiso correr en autódromos, su pasión por el rally pudo mas. Tomó la posta de su padre. Fue así que Miguel Monserratt tuvo una participación de varias temporadas, y cuando comenzó a dejarle lugar a su hijo se corrió a la bitaca derecha e hizo de navegante de su hijo. Pero hoy vamos a recordar en imágenes, de las carreras y de los recortes del diario, que escribíamos por aquellos tiempos. Hay una imagen que muchas veces dimos a conocer, en la cual Miguel Monserratt y su navegante Acuaticci están sentados en el techo del auto y el padre sostiene en brazos a un bebote que no era otro que Sebastián. Como dijimos, en aquellos tiempos Miguel Monserratt era navegado por Acuaticci, y hoy Sebastián Monserrat lo es por Claudio Muciachio y es fundamental el entendimiento entre ambos, es importante el piloto, pero también lo es el navegante.

Aquí recordamos algunas carreras de Miguel Monserratt navegado por José Acuaticci y de Seba en sus comienzos navegado por Miguel. (Nota: Roberto Nápoli)