ENRIQUE BIRAN: “NUNCA TAN CERCA DE LA GLORIA”
Este es un tema, que todo el que anda de una u otra manera en el automovilismo deportivo, conoce. Algunos un poco más, otros con menos detalles, pero el que tiene mas de 50 años, seguramente escuchó hablar de aquella “Vuelta de la Manzana” protagonizada por Enrique Birán o “SN”, que era el seudónimo con el que afrontó aquellas carreras de la década del 70. Con el 128 corrió esa carrera emblemática, grandes premios, competencias nacionales pero también lo hizo en zonales. Y en el ripio o en el pavimento, siempre fue protagonista.
Pero hace un tiempo, no muy lejano, el propio Birán, observando material de aquella Vuelta de la Manzana, publicado por el Diario Rio Negro, con gran nostalgia pero sin olvidar ningún detalle, nos seguía explicando cada momento, cada situación, y en determinado instante soltó una frase: “todavía no pude superar el duelo, esta es y será la gran cuenta pendiente de mi vida”…
Y no es para menos, pudo ser el primer y único nicoleño en ganar una carrera tan tradicional como la Vuelta de la Manzana, en esos lugares desolados pero bellos de Rio Negro, y que no fueron obstáculo para su manejo.
Para no ser demasiado extenso y que comprendan la magnitud de lo que pudo ser la gloria para Birán, vale decir que afrontó la carrera con un auto que se presentó en largada con buenas aspiraciones para su piloto, pero que con el correr de los kilómetros fueron demostrando que era poco menos que imbatible. En la parte final de la carrera el promedio era de 173 km/h aun sobre pavimento con Birán segundo en el camino, ese promedio por lógica, disminuyó a a 150 km/h al bajar a la tierra, o al ripio, como prefieran, lugar llamado Fortin 1° de Mayo, ya se ubicaba adelante en el camino, lo cual lo llevaba a ser puntero tambien por tiempo, incluso pasando a ganar la general, le llevaba cuatro minutos al segundo. El nicoleño “SN”, era seguido en la zona de Pilo Lil, por Luis Macri, Alberto Gamermann, Juan C. Milano y Rubén Daray, con un promedio de casi 145 km/h. Ya “SN” le habia sacado al segundo 4 minutos en la etapa y por mas de 2 minutos estaba puntero en la general.
EL PILOTO NICOLEÑO «S.N.» Y SU ACOMPAÑANTE ARRIBAN AL FINAL EMPUJANDO SU AUTO
Llegando al final, ya en Junin de Los Andes, con mayor diferencia aún en la etapa y la general, era notable su andar en una carrera que de no pasar nada la ganaba cómodamente, pero, ocurrió lo que jamás hubiera esperado luego de tanta superioridad, se paró el auto del nicoleño. Como lo están leyendo. Faltaban menos de 300 metros para la bandera a cuadros (parece mentira pero luego de tantas horas de carrera, mas de seis horas y media, y cuando restaban segundo para lograr la gloria, se paró). El problema fue algo increíble, se salieron dos tornillos donde va montado el motor, este se “cayó” y el auto quedó sin tracción). De allí, Birán junto a “Amapola” Garavaglia, su acompañante, empujaron el auto esos metros que restaban, perdiendo mucho tiempo como es de suponer, y sin embargo, debido a la distancia que le habían sacado al resto, quedaron en 6° lugar de la General. La llegada de “SN” y acompañante empujando su auto, fue entre aplausos de los presentes, pero se le había escapado “por nada” la gloria de ganar una Vuelta de la Manzana ante las máximas figuras del automovilismo argentino en su clase. Ganó Luis Macri, quien heredó el triunfo, seguido por Alberto Gamermann, Juan C. Rizutto, Juan C. Milano, José Pepe Cano, y detrás del nicoleño, pese al problema, quedaron nombres como Horacio Badra, Mario Stillo, Eduardo Giordano, Rubén Daray, Jorge Guiral, Roberto Dellacasa el otro nicoleño Félix Defelippo (R-12) y Miguel Lascurain, por nombrar a los primeros.
Hoy es una anécdota, es motivo de comentarios en el café, pero el dolor por semejante frustración fue mucha, y cuando lo escuchamos hablar al Negro Birán de ese momento, sabemos que esa “cuenta pendiente” que nos mencionaba, no es otra cosa que el dolor y la frustración, que ni el paso de los años ha logrado borrar.
Finalmente vale agregar, que no habían recorrido la ruta previamente, ni tenían una hoja de ruta, y con un solo auxilio que los abastecía en dos lugares por donde pasaba la carrera, con Héctor Brandán y el Pato Carrizo. Esto no hace más que acrecentar semejante actuación.
Por ese hecho, quisimos destacarlo para aquellos que no lo vivieron, puedan conocer las cosas que fueron capaces de realizar los nicoleños en el ámbito nacional. Lo hicimos con el Pibe Defelippo, con Julio Agotegaray, con Raül Ventimiglia y el Perro Juan Ignacio Caligaris, entre otros, y no queríamos dejar nuestra sección de “Historias” de esta web, sin semejante hecho conseguido al que solo le faltó un final feliz, pero que tuvo un desarrollo realmente sorprendente y de orgullo nicoleño. (R.N.)
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