HUGO ABRAMOR: UN NOTABLE PILOTO EMILIANO
(Por Roberto Nápoli). Un entusiasta del automovilismo era Don Emilio Córdova, descendiente de quienes llegaron a fundar la empresa textil La Emilia, y todo un pueblo que fue creciendo en el tiempo, pese a la impotencia contra las permanentes inundaciones. Los Córdova llegaron y se instalaron ya de forma definitiva por 1892, si bien unos años antes ya estaban detrás de esos terrenos para afincarse luego de haber emigrado de España. Es una historia muy rica y apasionante para recrearla en su totalidad como lo han hecho los propios emilianos, caso del Prof. Ricardo Primo, y anteriormente Don Santiago Chervo, y muchos emilianos que fueron recopilando esa historia que se fue tejiendo, nunca mejor empleado el término, a base de sacrificio y amor por su pueblo. Dentro de esa historia no solo se recuerda lo que fueron las carreras realizadas en el circuito cercano al monte y al balneario emiliano, sino lo hecho por Don Hugo Abramor, de la mano del propio Emilio Córdova. Quizás no se tenga una exacta dimensión de las proezas de Don Hugo, no ha quedado mucha información, y las nuevas generaciones no llegan a tomar dimensión de lo realizado por Abramor, a quien según entiendo, se le debe un mayor reconocimiento, ya que corrió con éxito en nuestro país y también en el exterior, caso de Brasil.
La década del 30 fue testigo de ello, ya que el Insignia de Oro que fuera de Juan Gaudino, y con el cual corrió en Indianápolis, fue adquirido por Don Emilio Córdova para que lo corriera Abramor.
Después de tanto tiempo no se pueden conseguir fácilmente los resultados obtenidos, si bien sabemos que ganó varias carreras, fue segundo en otras, y se subió al podio en la mayoría de sus participaciones, y si no logró mas triunfos resonantes fueron por fallas mecánicas. Una época donde lamentablemente en casi todas las carreras había accidente muy graves, incluso muchos pilotos que fallecieron en esos accidentes.
Para tener una adecuada idea de lo que era correr con esos autos sin casco, solo con cubrecabezas o boinas, antiparras. Tampoco iban atados, ya que al tener medio cuerpo fuera del auto, hubiese sido mucho peor. Los circuitos eran en calles de ciudades entre los árboles, pero la mayoría eran de tierra. Tenemos el caso de Rafaela, con las 500 Millas, donde el trazado era de varios kilómetros totalmente de tierra, y la velocidad final medida en carrera cuando se hacía la vuelta referencial, fue en el año 1935 de 191 kms/h (Datos brindados por Diario El Litoral de esa época). Alli, Abramor no solo realizó el tercer tiempo en clasificación, sino que fue 2° por espacio de casi 30 vueltas, poco menos de dos horas de carrera (el tiempo total fue bastante más de 5 hs), detrás del REO de Ernesto Blanco, promediando el puntero hasta ese momento 161 kms/h. Esto refleja las velocidades que se desarrollaban a mediado de los años 30, en la tierra de Rafaela con multitud de espectadores y no excento de accidentes fatales. Alli de no ser por problemas mecánicos (rotura del engranaje del diferencial), nadie parecía poder desalojar del segundo puesto a Hugo Abramor.
Vale acotar, que además de Ernesto Blanco, los rivales del Emiliano eran Carlos Arzani, Juan Manuel Fangio con quienes compartió la primera fila en la carrera de Necochea, Carlos
Zatuzsek, Luis Brosutti, Arturo Kruse, el nicoleño Eduardo Pedrazzini, José Félix López, Augusto Mc Carty, Domingo Ochoteco, Fermin Martin, Plácido Ruiz, Osvaldo Parmiggiani, Raul Riganti.
Seguramente, este material, con mas investigación y detalles de la trayectoria, formará parte de un capítulo importante en nuestro libro sobre la Historia del Automovilismo Nicoleño, que estará listo para el próximo año. (Material extraido de Diario El Litoral, del libro de la historia de La Emilia y de nuestros archivos)
CALLEJERO SANTA FE 1936
El circuito automovilístico callejero no es una novedad en la ciudad de Santa Fe. Y que su trazado abarque parte del paseo costanero, tampoco.
El 15 de noviembre de 1936, con la organización de los clubes Unión y Polo Club de Santa Fe, se corrió por primera vez en ese escenario de 2862 metros, muy trabado, con curvas para todos los gustos. Alli el podio fue este:
1° Luis E. Brosutti, con Mercedes-Benz, 40 vueltas, a 84,615 km/h,
2° Hugo Abramor, con Chrysler,
3° Carlos Zatuszek, con Mercedes-Benz.
OTROS RESULTADOS SUELTOS
Lamentablemente, se hace muy difícil conseguir detalles de las carreras de la década del 30, pero algunas conseguimos y muy importante ellas, como la mencionada de Rafaela o la de Santa Fe:
500 MILLAS DE RAFAELA
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